N ° 6/2006 - Año 7º
Buenos Aires, mayo 12 de 2006.-
Durante los infames años del nazismo en sus campos de concentración y exterminio, en los ghetos los nazis reclutaban una serie de colaboradores que fungían como seguridad interna de esos lugares, los llamaban “kapos”. Cuando uno recorre aquellos trágicos años ve como algunos desesperados se convertían en colaboradores del régimen, tal vez con la esperanza de salvar sus vidas y entonces hace el ejercicio de querer comprender y hasta perdonar a aquellos que se prestaban a colaborar con los nazis.
Al menos estaba en juego su vida.
Lo que resulta imperdonable es la actitud de cobardía y colaboración que permitió que el nazismo se hiciera con el poder absoluto y condujera al Holocausto, a la Segunda Guerra Mundial y al régimen totalitario sobre casi toda Europa.
Cuando uno lee que ciertos empresarios le facilitan sus costos al gobierno para que el los controle ve como esos cobardes se van convirtiendo en kapos. El komisario de precios Guillermo Moreno convertido en una GESTAPO de la Economía se sonríe ante cada apriete a los empresarios y a su colaboración.
Es que la colaboración de esos kapos da legitimidad al régimen, y peor aún hace creer a muchos que los empresarios y su “avaricia” serían la causa de la inflación y el alza de precios. Es una traición a ellos mismos y a todos los demás trabajadores y empresarios. No deberían entregar ninguna información, eso solo se concibe en regímenes totalitarios, su presencia y entrega voluntaria disfraza el atropello a los derechos y garantías constitucionales, acostumbra a que el Estado, los políticos, y su burocracia tuvieran derecho a violar nuestra intimidad, a determinar nuestros costos, trabajos y precios.
No se trata de una cuestión menor este engaño masivo al pueblo, le hacen creer que la inflación, el alza de precios es culpa de las empresas y mañana las estatizan, las intervienen, nos sovietizan para eliminar la maldad y avaricia empresaria, como si lo políticos fueran más buenos y no justamente la causa de la inflación.
Esta conducta de esta suerte de kapos está reflejada en las palabras de la Diputada Nacional María del Carmen Alarcón, (La Nación. Mayo 11 de 2005) “El miedo se ha apoderado de la dirigencia”. Si hay miedo alguien lo está causando, y el nombre de ese alguien es inequívoco, Néstor Kirchner y sus cómplices. Ellos son quienes con su miedo y complicidad legitiman al régimen, su imprudencia y cobardía solo alimentan a leviatán estatal. La respuesta cuando el reichkommisar o gauleiter de turno que nos mande Kirchner pregunte algo debería ser echarlo a patadas en el trasero y mandarlo a que rinda cuenta de cómo viven tan bien con esos sueldos que dicen ganar.
Ser los kapos del régimen no los va a salvar, al contrario servirá para que el poder del los enemigos de la libertad aumente. Hay que saber decirle no al apriete. Sino que sepan que algún día Kirchner podrá lanzarles una turba enardecida que gracias a su cobardía e imbecilidad los tomará por culpables de su pobreza, y mientras tanto los K seguirán disfrutando de sus riquezas mal habidas y puestas a buen recaudo en bancos extranjeros