N ° 2/2006 - Año 7º
Buenos Aires, marzo 10 de 2006.-
Fidel quiere el ALCA: Aunque pueda sonar extraño –en especial para los fanáticos progres del tirano barbudo- Fidel Castro está a favor del ALCA, y muchos de los dictadores electos de América Latina viven evadiendo esa contradicción. Es que por un lado condenan que los EE.UU. no quiera comerciar con Cuba y le echan culpa de la pobreza del modelo castro comunista (que comercia con todo el resto del mundo) a lo que ellos llaman bloqueo aunque solo es un “embargo de no comercio”, y a la vez rechazan firmar el ALCA.
Pero si Fidel Castro quiere culpar al embargo de no comercio de los EE.UU. resulta infantil que al mismo tiempo encabece a los demás dictadores (votados pero dictadores al fin) latinoamericanos en su rechazo del ALCA.
¿Quieren comercia r con USA o no? Si Fidel de verdad quisiera terminar el embargo podría proponerse firmar el ALCA como en verdad anisa.
Por cierto el ALCA lo obligaría a desmontar el aparato de represión interna, la opresión socialista y hasta liberar el mercado de trabajo.
¿Qué es lo que en verdad quieren Fidel, Chávez, Kirchner y Evo Morales que nuestros pueblos comercien libremente o no? Solo la hipocresía e inmoralidad del periodismo progresista les permite montar esta contradicción sin asomo de vergüenza.
Por mi parte si fuera el gobierno de los EE.UU. ofrecería darle el gusto a Fidel Castro de levantar el embargo mediante la firma del ALCA con todos los alcances institucionales que ello obligará al más largo dictador de la historia humana.
Vilma Ibarra también fue parte: Recordando el discurso del legislador Milcíades Peña del 28 de febrero de 2005 cuando se interpeló al entonces Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra quedo claro que la estructura de habilitaciones e inspecciones de la municipalidad tenía dependencia política de la hermana del Aníbal, la senadora Vilma Ibarra. Esta vinculación y pertenencia “informal” de dicha estructura llegaba al punto de celebrar fiestas y agasajos personales en boliches que no debían estar ni quiera habilitados por parte de Vilma Ibarra, Antuña y Fabiana Fizbin, a veces en conjunto, otras por separado. La relación que pretendían simular institucional con la cámara empresarial que agrupaba a la mayoría de esos locales, no a todos los de la ciudad, sino a los que casualmente no cumplían las normas para estar habilitados. E inclusive según muchas “circunstancias concordantes” hasta habría sido una de las beneficiarias de la “caja” que se hacía en esa repartición municipal.
Su despliegue de esfuerzos para lograr la impunidad de su hermano, parientes y amigos también estaban destinados a salvarse ella misma.
Como la senadora ha sido parte importante del grupo organizador de esta estructura de corrupción también ha quedado expuesta en la conducta inmoral que justifica su expulsión del Senado de la Nación conforme dispone la Constitución Nacional.
¿Ideología, pies o cabeza? (carta de lectores en Ámbito Financiero)
Mutis de los progresistas Indigna a este lector el silencio de los «progresistas» frente a lo ocurrido a García Hamilton
Cuando, hace unos años, el gobierno norteamericano negó la entrada a su país a Diego Maradona por su conocida relación con las drogas, gran parte de la dirigencia y el pueblo argentinos pusieron el grito en el cielo.
Hoy, cuando el régimen castrista -sin razón alguna- niega el ingreso a Cuba a José Ignacio García Hamilton, pocas son las voces locales que se alzan para defender al historiador.
Ojala que esta diferencia se deba a la retrógrada ideología que algunos llaman "progresista". De no ser así, sería otra lamentable, clarísima indicación de esa costumbre criolla de defender lo que se hace con los pies, antes que lo que se logra usando la cabeza.
Atentamente,
Horacio Zaratiegui
Pequeña Venecia: Basta que llueva un rato en forma intensa para que la ciudad de Buenos Aires se transforme en una pequeña Venecia. Cada lluvia el ibarrismo aseguró que en poco tiempo los desagües serían modernizados y mejorados. No está demás recordar que Ibarra lleva 6 (seis) años al frente de la administración municipal y antes tuvimos 4 años de su Alianza con de la Rua, donde Ibarra presidía el Concejo Deliberante. Una década inundados, y sin góndolas.
¿Debe ser otro golpe de la derecha contra Aníbal? La falta de góndolas digo, o que hagan llover. Ibarra fue despedido y nos dejo tan inundados como estábamos en 1985.
Only in Argentina: Los pretendidos ecologistas que pretenden oponerse a la construcción de dos plantas de fabricación de celulosa en Fray bentos Uruguay se creen con derecho a protestar empapelando media ciudad, dicho de otra forma ensuciando paredes, cajas de distribución, vidrieras, etc. En otras palabras se quejan ensuciando nuestra ciudad, llenando de basura cuanto espacio encuentran.
Cuando uno lee esos afiches, de papel justamente, que dicen “no a las papeleras” ensuciando Buenos Aires está claro que el ecologismo es ante todo una falta de respeto a los derechos individuales mediante una falsa declamación de un objetivo bueno. Solo es un gran negocio a costa de la cobardía empresaria, que no deja de hacer aportes a quienes quieren destruir la creación de trabajo, riqueza y progreso que son el camino para un mejor desarrollo humano.
Only en el ibarrismo: Puede una legisladora como Laura Morresi dirigir el fundamento de su voto como miembro del tribunal que juzgo a Aníbal Ibarra puede expresarse en contra de un ex candidato a intendente como Mauricio Macri para justificar su voto por la impunidad de Ibarra. O echar las culpas a la década del noventa.
Además esta legisladora expreso que ella misma como legisladora había tenido alertas, lo que implica que ella misma tiene culpas entonces. Pero su intento echar culpas a quienes hace mas de 10 años no gobiernan la ciudad, o a quien jamás fue intendente o legislador (Mauricio Macri) solo exponen su in conducta moral.
Only en el progresismo: Un legislador como Norberto Laporta pretende adueñarse de la ética mientras expresa una falacia como que el caso de Aníbal Ibarra hubiera tenido “cosa juzgada” porque fue votado en el 2003, cuando lo que se juzga son los hechos posteriores y la estructura de corrupción que desnudo el caso Cromagnon.